I miss you

No sé qué estáis haciendo ahora mismo. Seguro que es importante, pero dejad el extintor en el suelo, soltad la jeringa de epinefrina, o si sois afortunados dejad de jadear en vuestra privada berrea, dejad todo lo que estéis haciendo y conectaos con RTVE para ver la entrevista que Ana Pastor le hace a Felipe González en 59 segundos y que se emite completa esta noche en 24 horas.

Incluso el resumen es duradero -me niego a decir largo-, pero con él podéis enteraros del mundo que abre Obama ante nuestros ojos, de las opiniones reales de la Reina, de la crisis mundial y del fenómeno español.

¿Qué lo habéis visto? Vedlo de nuevo o chutaros esta noche la completa, seguro que no le habéis dedicado suficiente atención. En otro caso me habríais pisado este post o estaríais aún tomando apuntes. De obligada visión para licenciatarios expectantes, para dirigentes in pectore, para enamorados dolientes,  para familiares con sobrepeso, amantes en paro, ilustradores de tardes o poetas del resumen.

En 59 segundos ofrecieron la misma posibilidad a Mister Monsieur Aznar pero no quiso concedernos su ilustrada visión del mundo. No tenemos, pues, oportunidad de conocer sus opiniones sobre el negro Obama, ni mostrar la sonrisa que detesta Sofía, o darnos su plan apocalíptico sobre el presupuesto español o su visión seráfica sobre el medio ambiente. Muertos, en esencia o en presencia, los anteriores presidentes de gobierno, solo nos quedan Felipe y José María, y sus palabras deberían ser guía para nosotros.

Dos pequeños apuntes. Felipe se pone superestadista al defender mejor que la propia Zarzuela sus cosas. A pesar del momento Monarquía de entrada NO al estilo de otros a los que nos acostumbró en sus tiempos, logrando que las mangostas bailaran con las cobras y que plagara nuestra ideología de Diegos rectificados, Felipe vuela a una altura que ni Mariano ni José Luis sueñan. Tened cuidado porque la claridad es aterradora y lo que calla puedes resultar vertiginoso; un puro sfumato político.

El último apunte. La reina fue preguntada por la memoria histórica. Sobre eso no habló. Dijo que habría que matizar mucho. Incluso un reciente bachiller español, de esos que subrayaban la palabra patata como reto intelectual, entendería que lo demás no pareció matizable. Los medios de la derecha se afanan en informarnos del inexistente papel constitucional de la Reina, de su derecho a la libertad de expresión y que lo que piensa no debe asustar, que el problema está en la técnica de la Urbano, sin magnetófonos ni otras pruebas. Es el segundo libro que la miembro de número del Opus Dei escribe sobre Sofía. En el anterior la Reina se mostraba cariñosa con Franco. Aunque no tenga un papel específico en la Carta Magna, tiene un claro papel asimilado y un disfrute pleno de los privilegios de Juan Carlos. Su derecho como ciudadana es evidente, pero el compromiso de la sociedad con cada ciudadano es bastante menor que el que tenemos con ellos. Recuperar su derecho a opinar es tan sencillo como cesar en sus evidentes ventajas. Ni un segundo dudo de la Urbano. Otra cosa es el uso de esas declaraciones para su causa. La propia y la del Opus.

La prensa conservadora dice que quiere saber lo que opina la Reina. Yo también quiero un calendario de Interviú de la Casa Real, una reconstrucción carnal de la portada principesca del Jueves multado y el detalle de la noche larga del 23F. Y ya me veis, escribiendo pijadas y viendo la tele.

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Etiquetas: Felipe González, Opus Dei, Sofía

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