La siguiente generación más formada de España, los tinajeros –directamente del puertorriqueño- de hoy en día, son unos zotes del copón. Al menos así lo atestigua el último examen Conocimientos y Destrezas Imprescindibles (CDI) hecho en Madrid que señala que siete de cada diez alumnos de 3º de secundaria suspenden matemáticas.
Es una prueba que hacen todos los años con resultados irregulares e inconsistentes de un año a otro. Les preguntan cosas como conjugar el presente de indicativo del verbo coger. Yo cojo, el cojea. O ¿cómo se analiza sintácticamente la frase «El niño Raúl se medía las orejas incansablemente»? ¿de verdad eran las orejas?
El 64% de los estudiantes cometió menos de cinco faltas de ortografía y como sagazmente comenta un articulista, lo terrible es que el 36% cometió más de cinco. ¡Cagada pastorets!
«Antonio da todos los años dinero a sus sobrinos Andrés, Teresa y Pedro, que este año cumplen 16, 14 y 10 años, respectivamente, para que se lo repartan proporcionalmente a sus edades. Este año les ha dado 936 euros. ¿Cuántos euros recibirá Pedro?» La respuesta buena solo la da un 30%. Cuando añaden la coda coyuntural del IPC «Como los precios suben, este año les ha dado un 4% más que el año pasado. ¿Cuántos euros dio en total Antonio a sus sobrinos el año pasado?» la generación que deberá alimentarnos y pagar nuestras medicinas acierta en un 9%. ¡Apenas uno de cada diez soluciona el problema! Y si me apuran es más fácil de afrontar esta segunda curva que la primera.
De lo que podemos estar seguros es que, a los colegios, les hemos entregado, al menos, los mismos cachos de carne que entregaron nuestros padres hace cuarenta y tantos años. Creo que, en todo caso, ha mejorado la alimentación, las variables ambientales familiares, próximas y lejanas, deberían ser facilitadoras. Quizá sea el aire irrespirable, que la Botella nos obliga a transformar, el que ahoga los cerebros, por llamarlos algo, de nuestros descendientes.
Así que si la materia prima entregada es la misma, lo que debe cambiar es el receptor, como explica el primer Principio Dinámico de la Paquetería. ¿Serán los profesores los causantes de tal catástrofe? ¿Habrá que convocar con urgencia y nocturnidad una comisión que lo estudie, ya que los tribunales no entienden de la cuestión a pesar de que tiene delito? Si nos ponemos sistémicos quizá sea el bendito proceso este de los planes de estudio, las leyes generales de educación y demás regulaciones, las responsables de los desaguisados a fuego lento que ahora engullimos.
Es seguro que las reglamentaciones son una caca de la vaca enorme ¡con lo fácil que hubiera sido copiar casi toda la ley de instrucción de la República! Pero Marchesi hizo un pan como unas hostias y los del PP se les llenó la boca de mérito y esfuerzo sin que descendieran esas cualidades, absolutamente necesarias, al papel de los decretos ni a la Ley de Acompañamiento con la que solían gobernar. Y, por otro lado, dudo mucho que los maestros actuales tengan la solidez de antaño. No voy a caer en la evidencia de que habrá de todo ¡sólo faltaba que todos fueran malos! Pero los bajísimos salarios condicionarán las vocaciones salvo que se tenga la de pasar hambre.
El nivel formativo de los maestros debe estar también por los suelos. ¿No reciben ustedes cartas del colegio de sus retoños con faltas de ortografía, mal construidas y expresadas? Ayer en la comparecencia de la ministra de Fomento, rodeada de diputados universitarios se hacían participios pasivos irregulares inexistentes, el dequeísmo era la norma. El uso de la expresión “motu proprio”, de enorme sencillez, admite, según los hablantes y escribientes, todas las variedades prohibidas. El plural en latín de currículum vitae se usa de cualquier forma salvo el correcto. Con lo fácil que sería utilizar expresiones similares -por propia iniciativa y currículos por ejemplo- menos complicadas si se desconoce el buen uso. En parte el problema reside en que, tratar de ser lo más perfecto posible en el habla, está mal visto. Desde el da-igual al como-se-diga con que te responden, abortan cualquier corrección posible.
Los periodistas someten sus intervenciones orales o escritas al escrutinio diario, pero son especialmente zopencos para dominar su herramienta. Qué manía con decir el paparazzi vendió las fotos, cuando es palabra plural y con lo fácil que es decir fotógrafo. O el pan tomaca que vemos en los bares madrileños que ni saben pronunciarlo ni servirlo. O el han habido omnipresente de los catalanes.
Este asunto de la educación es de una urgencia extrema porque es de la mayor importancia: Ni terrorismo, ni crisis, ni aviones, ni vertidos son de la trascendencia de la educación. Supone la parte oculta de la sociedad justamente por ser su fundamento, sin ese basamento, ni I+D+i, ni energías renovables, ni AVEs ni nada.
Además, creo, que las cosas están tan mal que será necesario un esfuerzo enorme. Más allá de PISAs y CDIs el asunto pasa por cambiar el método y quizá el propósito. Cambiar la universidad con Bolonia para preparar a los alumnos para su papel en las empresas, sin rehacer la masa harinosa que metes en el horno es bastante endeble. Si lees, preguntas o descubres lo que estudia un tipo de bachillerato te asombras de lo que debería saber. Revisas sus temarios, sus lecturas obligatorias y dices esto es la bomba. Te quedas tan muerto, como si llenas el ropero de tu hijo con la ropa de Phelps y te sientes orgulloso de las espaldas que podría tener. En realidad esos contenidos son una aspiración necesariamente insatisfecha. Por un lado se desprecia el aprendizaje memorístico, como hermano bastardo de la auténtica inteligencia, y por otro se explota como si los Google no fueran una fuente inagotable de soporte, como si estudiéramos en otra época. Se entrena a los alumnos more ferarum a un esfuerzo concreto, preciso para abarcar contenidos exactos y concisos y se olvida entrenar la plasticidad, la alternativa, el pensamiento lateral.
¿Recuerdan El club de los Poetas Muertos? La forma de memorizar, la forma de entender y vivir lo aprendido. ¿Recuerdan en general el sistema de estudio que vemos en el cine americano, más cercano al razonamiento y a la opinión que al aprendizaje de fechas o un listado de obras? Si han estado cerca de estadounidenses habrán advertido su capacidad de ir al grano, su capacidad de expresión, su ausencia de ridículo. Es una simple opinión, pero creo que, aunque mi muestra es necesariamente sesgada, esas habilidades son entrenadas y favorecidas por el sistema educativo, o más modestamente, por el procedimiento escolar. Es posible que al tener el día 24 horas se sustituya algún contenido por las destrezas comentadas y habrá gente mucho más lista que valore ese equilibrio, pero creo que abrir la enseñanza a la polémica, adoptar diferentes puntos de vista sobre cualquier cosa, nos protegería de tanta insolvencia que presenciamos.
Pero ahora que acaban de poner allí una potencial vicepresidenta creacionista y reina de la belleza como Cospedal ¿la inseminación artificial es creacionista?, será mejor volver para irnos en el tiempo, a la Institución Libre de Enseñanza. ¿Podríamos repetir el invento mutatis mutandis? Ahora que la Federación Socialista Madrileña anda preocupada por defender la concertada o la pública –qué dislate- quizá valga recordar algunos principios de la ILE. 1) Nunca pidieron ni aceptaron subvención oficial alguna, y 2) Jamás solicitaron ni desearon homologación o convalidación de sus estudios. Rechazaban la subvención y el apoyo oficial precisamente para proteger la libertad, que se les antojaba amenazada de algún modo por el hecho simple de la dependencia económica (Laporta).
Es verdad que el origen de la ILE era burgués y poco socialista, pero ni Pablo Iglesias y menos Largo Caballero reconocerían este PSOE, así que antes de que se cumpla el sesquicentenario de una oferta educativa revolucionaria algo se podía hacer. Me refiero a la educación, que lo de la FSM no tiene arreglo. También podemos esperar a que llegue Esperanza Aguirre al poder y la venda como una conquista de los liberales. Al fin y al cabo Giner lo era. Eso sí, de los otros.