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El hotel de los líos

20 octubre 2008

Acababa de llover y Manolín se tuvo que poner las madreñas para salir a la calle. Cogió la vaca y subió caleya arriba, hasta que se cruzó con el señor cura.
– ¿Dónde vas Manolín? preguntó a modo de saludo.
– Voy a llevar la vaca al toro.
– ¡Pero hombre! ¿eso no lo puede hacer tu padre? replicó el cura.
– No, señor cura, tiene que ser el toro.

A veces es fundamental ser toro. Estamos acostumbrados a que siempre hay un roto para un descosido, que nuestros saberes, por escasos, son intercambiables y confundimos lo de que quien hace un cesto hace cientos, con hacer cualesquiera otras cosas con tal de haber demostrado cierta pericia en algo. A veces sin siquiera acreditarla.

El caso de la política es paradigmático. Es normal que se intercambien carteras, que pasen de dirigir el ente de RTVE a llevar la cultura española por el mundo. Probablemente con la misma incapacidad. De dirigir a las fuerzas de seguridad del Estado a dirigir a los maestros.  Falló con los últimos y tuvo que recurrir a los primeros. Un esbozo del desarrollo de la delincuencia.

Y por eso la política, el parlamentarismo, el gobierno y la oposición, son un gran Mira quien baila. Actrices mafiosas, toreros viudos, ganaderas junior y comunicadoras froteurs, se ponen lentejuelas por un pico de dinero público y entretienen al personal con movimientos torpes y desacompasados. Están por lo que fueron, que nunca fue demasiado, y siguen en el candelabro eléctrico de la fama sin justificación alguna.

En política todos pasan por saber de todo como buenos tertulianos y toman decisiones de enjundia millonaria sin prurito alguno. Se me puede decir que la tecnocracia conlleva problemas enormes y tendré que conceder parte de razón. El matiz político es importante, y cerner las cifras de las necesidades y las oportunidades es obligatorio. Hagámoslo pues de ese modo. Nunca más un médico en Sanidad ni un escritor en Cultura. Demasiada contaminación, intereses, influencias y recomendaciones ¿Lo llevamos al extremo? Solbes a Igualdad y Aído a Economía. ¡Acojona eh!

Posiblemente una buena combinación de realismo político, de fundamento ideológico con la pragmática profesional, con la cátedra, serían lo ideal. Así no debería pasar nunca que una responsable de cultura de una Comunidad no conozca el Museo del Prado o que un ministro de Sanidad asuma que hay bichitos que se caen y se matan u otros se enzarcen con filamentos de plastilina o nos quieran convencer de que Barajas es muy grande.

Y lo dicho es válido para toda esta panda que se va a reunir en Breton Wood 2, ya saben ese hotel balneario de New Hampshire en el que parieron el FMI, el Banco Mundial y el dólar como la madre de todas las divisas. Fue en 1944. Visto lo visto, bien podría ser Scream2, pero recomiendo alguna otra posibilidad. Lo primero es que fuera en Europa. Quien no te dice que el Spa al que vayan no está hipotecado y a mitad de intervención de Zapatero se empiezan a llevar las sillas y los micrófonos. Fíjense si le quitan la tarima a Sarkozy, vamos a creer que es un secuestro. No. Es mucho mejor Europa.

Se me ocurre la ciudad de Pegnitz, al sur de Alemania y cercana a Suiza, donde se encuentra el Pflaums Posthotel Pegnitz, también conocido como PPP. Uno de los hoteles más raros del planeta. Es pequeño y gusta a gente de mundo, tapices antiguos, pintura abstracta o performances en el recibidor. En el hotel Pflaums Posthotel Pegnitz todo es diferente. Buen lugar para la próxima convención de los populares.

Pero sería poco para estos locos que dominan el mundo. Para ellos tiene que ser el Esplenade, en la República Checa, en Marianske Lazne concretamente. Fue construido en 1911 y ha alojado a lo mejorcito del mundo en un entorno Art Nouveau decorado con ametralladoras y bunkers de la II Guerra Mundial. Desde sus balcones se pueden ver los sudetes, montes bajos que al igual que hicieron con España, bajo el ala de la no intervención, Francia y la Gran Bretaña ofrecieron al fascismo de forma vergonzosa dejando hacer al nazismo galopante. La educada burguesía que durante décadas sintió microorgasmos con las aguas carbónicas efervesciendo en sus perinés, cesó bajo el estilo soviético de postguerra y la grisura burocrática tachó el horizonte de oropel y ópera bajo las uniformes empalizadas del lumpen proletario.

Pero hay algo de trampa en lo que digo, Marianske Lazne se conoce en alemán como Marienbad. Ah, coño! Sí, y el Esplenade es el hotel donde Resnais filmó su película El año pasado en Marienbad.

Por eso debe ser allí donde se celebre ese próximo encuentro, la inocencia pisoteada en Marienbad. Donde X le dice a A que deje a su marido, M, y se vaya con él, tal y como le prometió el año pasado. Ella no lo recuerda.

Se imaginan a todos los mandatarios del mundo en ese hotel geométrico y fantasmal, recordando promesas y olvidando noches de amor, traiciones y abandonos de principios y esencias, justificaciones y trampas.
Se imaginan el mismo juego del triángulo adúltero de sexos y memoria entre Jefes de Estado:

M: Sugiero que juguemos a otro juego. Conozco uno al que siempre gano.
X: Si no puedes perder, no es un juego.
M: Puedo perder, pero siempre gano.
X: Juguemos.

Al final estas líneas son la mejor definición de la política y la banca. Los dos saben que van a ganar, reconociendo que pueden perder. En cualquier caso, lo que de verdad quieren es jugar.

Es importante ser de otra forma para entenderlo. No está al alcance de cualquiera. Y es que a veces hay que ser toro y estar dispuesto a comportarte como vaca, sabiendo que hay quien nació para ganadero.

Pero siempre queda la revolución. Incluso fuera de la granja.

Idiomas y talentos

18 octubre 2008

A Sabater le acaban de conceder el premio Planeta por una historia de detectives sobre un fondo de carreras de caballos. Yo, en una época estuve interesado en el turf, pero mi aspiración quedó truncada cuando quedó claro que era más fácil, y más saludable, que el caballo se aupara sobre mi que al revés. Por eso, y por no mencionar que no habría tela de raso ajedrezado en el mundo para mis camisolas, dejé una potencialmente brillante carrera de jockey, lo que me vale ahora para explorar el concepto de handicap. Como ustedes sabrán viene de hand in cap, un juego antiguo inglés en el que se valoraba la ventaja y desventaja para sacar algunos bienes de una gorra. Y es esa desventaja la que tenemos en las reuniones europeas por nuestra pertinaz incapacidad de hablar inglés fluidamente y por la enorme suerte que tienen los ingleses de que se hable en su lengua materna. La potra (female pony) de Gordon Brown nos ha venido de maravilla para salir en los papeles y poder jugar a las casitas de mayores. Gracias Gordon. Brown ha pasado en el Reino Unido y en Europa de escoria e indeseable, a salvador absoluto y es el interlocutor natural con Estados Unidos. Todos le hemos visto con Zapatero y un paisano en medio, e inmediatamente hemos asumido nuestra propia frustración de sabernos con la receta para salvar el mundo y ser incapaces de comunicarla, dando por hecho que Zapatero, como nosotros, es un inútil. Proyecciones psicoanalíticas aparte, nadie ha pensado por un momento qué burro este Brown, no hablar en español. Sin duda la culpa es nuestra. Otra cosa es la crítica inmisericorde de la panda de compañeros ciudadanos que son incapaces de hablar bien en castellano pero exigen a ZP un inglés de Oxford, Cambridge o Valencia. Al menos no pueden decir que miente también en inglés, lo que no deja de ser un privilegio.

Y parece lógico que el presidente del Gobierno sepa inglés a un nivel excelente, y economía y geopolítica. Dominar el ahorro energético, la hidráulica, la demografía y la sociología de masas debería ser un must. El asunto jurídico está de más considerarlo, y qué decir de la lucha de guerrillas, la manufactura de explosivos y la orientación por las estrellas en patera. Mi presidente de Gobierno es mi héroe. Lo sabe todo. Así debería ser. Un conocimiento enciclopédico, el dominio de lenguas y un liderazgo arrasador. Pero esas mismas características debería tenerlas el líder de la oposición. Más que nada por si hay otro 11M. ¿Recuerdan la teoría, verdad? La de presidente por accidente. El ripio mortal. Hay que estar preparado por si la historia, después de la tragedia, se repite como farsa.

Y si tienes todo eso, o al menos un poquito, tienes que ser un tipo brillante, I mean socially skillful, ser de esos que se acercan a un grupito de personas y al rato te están haciendo la ola sin haberte rociado con Axe. ZP debe serlo un poco, pero Rajoy es de naturaleza mohína y en general los españoles no somos muy dados al escaparatismo social, salvo en grupo, ahí somos los reyes, se nos acaba el ridículo y la vergüenza. ¡Más vino! Pero el presidente va solo. No le puede decir al intérprete, al escolta, anda, cuenta un chiste, que tu tienes más gracia. Es verdad que Aznar les dejó el listón muy bajo. Resultar más simpático que MisterMonsieur Josemari no parece una proeza, pero ninguno tiene el charm de Sarkozy, ni la spiritosità naturale de Berlusconi. Ambos a dos son más estilo Balduino de Bélgica ¿Recuerdan?

Y es que esto de los gobiernos se parece mucho a las multinacionales y sus steering committees. El británico, los escandinavos y el holandés de chascarrillos por un lado y el español, el italiano y el francés por otro haciendo construcciones romances y moviendo las manos. C’est la vie.

Los que hablan inglés de miedo son los de la banca inversora. Y mira que estando el francés, qué razón hay para utilizar el inglés para hablar de cosas sucias, bueno, si la perversión es suficientemente bizarre, el acento británico le va más. La cara sonrosada levemente gordita, medio asfixiada tras una bolsa de plástico es sin duda briton. De ahí que las instrucciones «WARNING: To avoid danger of suffocation, keep this plastic bag away from babies and Members of Parliament”. Hablar de cosas tan sucias como el dinero no debe ser fácil. Uno necesita una compensación. Tanto es así que el salario anual de un banquero inversor equivale a la de todos los profesores de primaria del estado de Nueva York durante tres años. Por ley debería acumular también todo el saber de esos profesores. Al pactar la indemnización fue bastante listo. Otro héroe para mi.

Hoy la derecha completa y la Iglesia absoluta se han echado al monte por el niño medicamento, para el que propongo el término bebédizo para no utilizar siempre dos palabras como Jesulín.

Elegimos pareja, la ciudad de residencia, la profesión, optamos por nuestros mandatarios no dinásticos, el canal de televisión, los libros que no leemos y los diarios que nos toman el pelo. Podemos escoger el momento de tener descendencia, el número de hijos, pero no su calidad. Decide si 1 o 3 pero olvídate de otras características.

Nos pasamos la vida tratando de ser mejores y promoviéndolo en los demás: estudia, viaja, hazte una mamografía, córtate las puntas y una lista cine Exín para lograr que seamos o estemos más presentables al mundo.

Si eso lo hacemos con un puñado de células está mal. Este ecologismo social de la derecha cerril y la beatería rancia nos quiere poner las cosas difíciles. Ahora nos apuntan con la defensa de la diversidad que incluye las anemias, los retrasos mentales, la hemofilia. Es eugenésico dicen ¡Sí y qué!
En realidad no, es simple chulería, ¡que ya está bien! No se pretende una raza mejor bajo principios espurios, como el color de la piel, la lisura del pelo, o la estatura, pero lograr que no nazcan niños ya condenados me parece de la más alta consideración. Hemos erradicado la viruela y nos iría muy bien si nos cargáramos el paludismo. Si tras la era infecciosa somos capaces de encarar la revolución genética con provecho no creo que tengamos que pedir permiso a los señores que sostenían que los ratones nacían de la mugre y que mantienen que el cáncer infantil es una prueba del Señor.

Pero tampoco hay que preocuparse demasiado. Esos mismos son los que le cuentan a su segundo cónyuge que en otros tiempos estaban contra el divorcio pero que lo hizo por amor y que una cosa es estar contra la muerte de un inocente y otra aguantar a la niña embarazada en Altea con todos los amigos cotilleando. Son los que piden, y consiguen, la nulidad eclesiástica. Ya verás que pronto aprenden, mientras se dan las mechas, a decir de corrido, diagnóstico preimplantacional. Por una moral sin handicaps. Y sin logopedas.

Y luego está la edad. Ese sí que es un handicap de primera. Ya lo vieron en la jugada de Telefónica. Antes en la de TVE. Procedimiento más viejo que los que despiden. En el mundo anglosajón es diferente. Por fortuna Fortune habla de America’s Power Fifty. Mujeres en el esplendor de los cincuenta tacos que dirigen empresas americanas gordas. No todo está perdido.

Pero a veces, cuando el handicap de la edad se tiene disparado el colesterol y la glucosa, pasan cosas como que tus hijos no aprueben tu boda y recurras al Jefe del Estado para que se interponga. Hay que desbaratar la operación Cayetana. No se dan cuenta que Alfonso Díez, su novio que es hermano del que fuera novio de su marido jesuita muerto, está tratando con información privilegiada. Es la jugada del siglo. El golpe definitivo. Tiene el móvil y la oportunidad. Él trabaja en la Seguridad Social. Pobre Cayetana. Alfonso se quiere quedar con tu pensión.

Si en las carreras de caballos el handicap se soluciona añadiendo peso a la montura, en la vida diaria se resuelve acusando al de enfrente de algo. Así lo está haciendo el PP con Garzón. Si hace dos días acusaba a Zapatero de domar a la Fiscalía ahora son ellos los que se pegan. Ya no sé si la Fiscalía es independiente o dependiente de todos. Quizá tenga criterio propio. Fraga que finge tener el handicap de la cadera para poder portar bastón de mando, nos aporrea con que es un error. El debe saberlo bien, el GPS de su cerebro debe señalar demasiados puntos negros y profundos. Overload! Overload! Y, por su lado, Little Hope Aguirre y de las Jons dice que el PP no estaba en la Guerra Civil. ¡Como si no hubiera reencarnaciones!

En mi época frustrada de caballista se decía que el jockey se metía en la sauna con un Benjamín –botellín de cava, no piensen en la pederastia que nos asola- para sudar y pesar menos. Contra handicap, Benjamín. Me gustan las triquiñuelas legales para que el juez se defienda del fiscal. Contra el olvido de décadas, un mes más en los papeles.

Déjenme acabar con el exabrupto de una actriz y cantante octogenaria, declarada franquista. Declama como nadie y en un recital promovido por las fuerzas culturales del Ayuntamiento de Madrid, con su voz ronca de años, ensayaba junto a una pianista peruana también cargada de experiencia, que no estaba teniendo su mejor día. El handicap de la caridad cristiana se lo llevó el viento que sopla entre poniente y tramontana y acertó a decir: Puta india de los cojones. Me voy a cagar en todos los barrancos de los Andes.

Ya que no podemos ser correctos, al menos seamos rotundos.

Youtube or not youtube that’s the question

10 octubre 2008

Gallardón no para de salvarnos. Ahora ayuda a que no perdamos la dignidad. Por lo visto hay puestos de trabajo indignos, como llevar colgados carteles de COMPRO ORO. Por lo visto la dignidad no se puede parapetar tras un cartel como lo hace Aznar tras la bandera con los brazos cruzados de inmortal indolente. ¿Dónde se encuentra la dignidad? ¿Reside quizá en el cerebro, fluyendo conjuntamente con el juicio, la imaginación, la voluntad y la memoria? ¿O es más un atributo de clase, de gente bien, de barrio bueno, de colegio de pago? ¿Qué es la dignidad? ¿Nos referimos al gesto de nariz arriba y mirada sosegada de latifundista inglés con el que Gallardón nos regala la existencia? ¿Es el antónimo de pobreza, de desempleo, de incultura? ¿Se transporta en cruceros o en pateras?

Quizá esté equivocado y no  moleste el cartel en sí, quizá sea el ostentoso COMPRO ORO en esa búsqueda del patrón perdido que todos los esclavos queremos recobrar, el eterno retorno a las fuentes del aprendiz de Nilo de secano que cada alcalde de Madrid dice recuperar para la ciudad y que indefectiblemente se les va por los desagües porosos y osteopénicos del Canal de Esperanza II, perdiendo más caudal que el IBEX 35.

Quizá el problema no esté en el cartel, ni en la leyenda, quizá el busilis de la cuestión sea el tipo que ofrece el maldito mensaje, el pernicioso mensajero que por cuatro perras anuncia la desgracia y que por no matarle se salva su dignidad. A lo peor es por la horrorosa competencia humana y mortal, que hace a su mobiliario urbano de MUPIS y OPIS que van a dar menos dinero de lo presupuestado y nadie le exigirá lo comprometido.  Porque la dignidad no está en el endeudamiento, ni en la contaminación galopante, ni siquiera en los proyectos millonarios que no funcionan, ni en los guateques de licencias, la dignidad está en las putas de falda prieta y en los portaestandartes de la necesidad.

De su leontina cuelga el abolengo que debería permitir a Gallardón recordar esta otra foto, que quizá merezca un golpe de Photoshop para actualizarla con colores de actualidad. Otro hombre con cartel que no entendió, a pesar de sus tres idiomas, lo que se le avecinaba.
Y es que realmente lo que interesa es adornar la ciudad, quitar las indignidades de las calles y ponerla bonita. Por eso se inaugura el Madrid Masters Series con un montón de zagalas anuncio en la espetera. Eso es dignidad. O cuando su teniente de alcalde Botella lleva el monograma entrecruzado LV en el bolso, queriendo anunciar Las Vistillas me imagino, o sus concejales con camisas con CH en rojo, lo que sin duda significa Chamartín. La dignidad de publicitar tu ciudad.

Pero empieza el fin de semana y quiero dejar este viernes con una sonrisa. Si tienen un poco de tiempo vean el siguiente video en el que se explica la crisis en función de unos nombres atractivos, la perniciosa manía de preguntar y la amenaza severa a sus vidas.

Por último agradecer a Ernesto del blog Testigos la concesión de un premio, el Thinking Blogger Award, que debe recompensar la insistencia y tenacidad de usar la cabeza. Como no puede ser menos y, pese a Gallardón, me cuelgo el cartel con absoluta dignidad.

La zarza ardiente

6 octubre 2008

No sé si son lo suficientemente mayores para haber leído los tomazos de Películas de Walt Disney, que eran tributarios fijos del caudal de regalos de familiares en Reyes, cuando aun no teníamos los de verdad. En uno de ellos aparecía un conejo, que por alguna razón le había hecho la vida imposible a  un lobo, hasta que éste le atrapa y va a poner fin a sus fechorías. El conejo implora no ser arrojado a unas zarzas próximas, reclama ser desollado en vida antes que ser lanzado a los pinchos de esas zarzas, dice preferir ser cocinado a fuego lento antes de sentir el suplicio de las puntas de las malezas en su piel, alude a la magnanimidad del predador pidiendo la muerte antes que  las agujas de esos zarzales atraviesen sus carnes. El lobo, otro fracasado sin ESO, se para a pensar –es un decir- y considera infligir, de ese modo temido, el máximo dolor al maldito conejo. El histriónico dentón se desgañita comparando la levedad de ordalías y torturas chinas con el martirio de las zarzas. Así el lobo apuesta por procurar el mayor horror posible al gazapo y le tira contra las zarzas, anticipando con su sonrisa la satisfacción sádica que espera presenciar. El conejo muestra su algodonoso rabo de salto en salto por las ramas secas desafiando las espinas y acículas,  cerrando los puntos suspensivos de sus miedos Por lo que más quieras no me tires a las zarzas… porque en ellas nací, correteé de pequeño y fui muy feliz con mi familia, dejando al lobo con un palmo de narices y a los niños lectores con el aprendizaje de que no siempre lo manifestado es verdadero, como más adelante demostraría Aznar; que lo temido puede ser lo deseado, como machaconamente insistió Freud y que los conejos siempre ganan, como Christine Keeler confirmo en su momento.

Ahora la moda está en denunciar la caída del capitalismo, el cambio de paradigma, el fin del laissez faire, no hay día en que los neoliberales no le pongan enaguas y visos a la mano invisible para que deje de transparentar tanta impudicia, todos jalean la necesaria intervención del Estado, esa misma que era excesiva hace unos meses, ya nadie cree en los mecanismos autocorrectores. Algunos son los que desde siempre creyeron que esto del capitalismo era malo, que los Lehman Brothers eran los Hermanos Malasombra –hoy va de revival– y que es imposible hacerse rico trabajando. Pero, por el contrario, otros que predicaron sus bondades, su imprescindibilidad, sacan ahora el milenarismo a pasear, su nihilismo económico, sus amenazas proféticas sobre el fin del mundo y una vuelta a ninguna parte.

Al final nada de eso pasará. Se dejarán caer a algunos amigos, se incrementarán los controles inespecíficos, y los lobbies harán su agosto a la hora de formular leyes y normas que puedan domeñar las prácticas de más riesgo, tratando de controlar el sector enemigo y sobrevivir en el propio. Anuncian la quema de rastrojos, el final de las zarzas, abominan de arbustos y zarzamoras con el fin de que los dejemos en paz. Condenadnos, bajadnos el sueldo, impedid las prácticas fraudulentas, muerte al riesgo y a la especulación, pero por vuestros ahorros no destrocéis las zarzas, subid los límites de garantía,  construid fondos de reserva, dadle más recursos al supervisor, pero en nombre de todas las hipotecas suscritas, no arruinéis los zarzales.

Al final, para los más bíblicos, la zarza seguirá ardiendo y cabalísticamente no pasará nada. El capitalismo es el que es.

A uno le asaltan las dudas sobre si el Estado son ellos. Es como cuando el negrero dice a su mujer que trabaja como un esclavo. Uno sospecha. El Estado incumple, fíjense que no hablo del Gobierno y quiero apartar la lucha partidaria del asunto, hablo de las Administraciones. Hace poco alguien se reía del cumplimiento de la Ley del Tabaco que sostenía se hizo para no cumplirse. O los acuerdos para reorganizar el poder judicial. O las leyes educativas que causan admiración en el circo. Por ejemplo la aplicación de la Educación para la Ciudadanía. La objeción en Madrid, el inglés en Valencia, las sentencias contrarias en toda España. Todo es un sinsentido. Aunque déjenme que les traiga una aseveración de un padre del Opus Dei con una hija en 2º de ESO: “Prefiero que mi hija suspenda la asignatura antes de que reciba una formación moral que prefiero darle yo. Es una asignatura que habla de la libertad y de la familia, y no quiero que nadie le enseñe a mi hija que hay más modelos de familia que el formado por un hombre y una mujer, aunque existan». Repetimos en negrita: «Es una asignatura que habla de la libertad y de la familia, y no quiero que nadie le enseñe a mi hija que hay más modelos de familia que el formado por un hombre y una mujer, aunque existan”

¿Se dan cuenta del máster de Inquisición que está estudiando la niña? Si el Constitucional opinó sobre el nasciturus y la responsabilidad que con él/ella tiene el Estado ¿qué tiene que decir sobre este procurador de tierras planas, geocentrismos y diseños inteligentes? Al menos una multa de 1300 euros. ¡Qué menos!  ¡Qué asco!

Pero para asco el que da Pedro Jota. No, no crean que he vuelto a ver el video de Exuperancia. Ha sido al leer su carta/editorial/programa del PP de hoy domingo en El Mundo. Ahora le ha dado por cultivar el estilo hagiográfico con MisterMonsieur Aznar. Llega a decir de él que su estatura creció hasta la de pívot de baloncesto y su voz se volvió melodiosa y subyugante. Se excusa a su manera, esto es, sin desdecirse, del apoyo a Rajoy en dos elecciones y carga contra Zapatero de una y mil maneras. La excusa es contarnos dos chistes, el muy conocido del caballo alabado para poder ser vendido y el de la promesa de locución para otro con tal de ganar tiempo. La excusa real es llamar cuadrúpedos tanto a Zapatero como a Rajoy y decirle a ambos cómo deben actuar. Así es Pedro Jota.  Cuando está excitado es más dócil, se deja hacer.

Pero yo también quiero contarle un chiste. Una pequeña historieta.

Estaba un benedictino, un dominico y un jesuita charlando amigablemente en una vieja casa de campo tras la cena. Copiosa por lo demás, como corresponde. De pronto se fue la luz. Tras unos minutos de indecisión el monje benedictino propuso rezar un rosario y pedir a Dios que la luz volviera de nuevo. El dominico con educación, pero con firmeza objeto el procedimiento, considerando que era mejor conocer las causas del apagón. Antes de que el benedictino arreara al cura dominico con las cuentas del rosario, la luz volvió.  Y con ella el jesuita que, presto, había ido a cambiar los plomos.

Tal y como están las cosas quizá fuera bueno que los que crean, recen y los que no, discutan, como Garmendia y Sebastián, las causas primeras de la debacle. Pero visto lo visto, es fundamental que los demás, jesuitas o no, se pongan a hacer su trabajo. El Estado, como Gobierno de la nación, como oposición, como administración general, como autonómica, o local, debe actuar en la medida que pueda y se le exija. Todos, en sus diferentes papeles deben ir a cambiar los plomos. No me interesa que Solbes le comunique al aburrido Montoro lo que va a hacer, o que haga simulacro de confesión con la celosía mediática. Remedar a los candidatos americanos es infantil, ellos tienen unas elecciones por delante y el PSOE ganó unas elecciones. Tiene que gobernar y hacer lo que deba. Y si no sabe, debe dejar formar gobierno al señor de provincias, pero pantomimas las necesarias. Prefiero oír a la patronal de la banca, a Botín, a González, quiero saber qué opina la CEOE de verdad, más allá de la cantinela de siempre de bajar los impuestos, quiero que se les interrogue, que expliquen qué han hecho con los beneficios de tantos años, saber cómo pueden ayudar, porque son ellos los que despiden, no es el Gobierno.

No dudo que en algunos casos la falta absoluta de actividad requiera reorganizar los procesos de producción, pero en otros casos se quieren mantener unos resultados para los accionistas, de los que dependen bonus, participaciones y opciones e importan menos los empleos. Ahora se ven las otras caras de los descalabros multinacionales, donde aquí ponen un jovencito que le han hecho director general y se le dicta desde otro lugar. La descapitalización no es solo de fondos, es también de recursos, de talento y experiencia. Al final ese marine recién egresado suelta el napalm donde más conviene. Ya se vio con los fondos que salieron de Europa con la quiebra de Lehman Brothers, 8000 millones de dólares con destino a la holding del grupo en Estados Unidos, por supuesto.

Quiero ver a Blesa de Caja Madrid y a Fainé de la Caixa hablando de sus cosas y de tanto de lo que saben de los demás. Quiero oír a Gabarró de Gas Natural, a Brufau de Repsol, a Alierta, a Entrecanales, a Falcones, a Florentino y a todos los consejeros dominicales de nuestras grandes empresas. A los Álvarez, los Cosmen, los Serratosa, los del Pino o Barceló que dicen entender la empresa como una familia. A los empresarios de verdad y a todos los que deslocalizaron, a los que creyeron en la competencia del yate más grande y de la novia más joven, a la aristocracia que recibe subvenciones europeas, a los que pasan más tiempo contemplando sus sociedades patrimoniales que analizando soluciones para el negocio, a los que ponen el dinero en paraísos fiscales, o en fundaciones opacas de principados de opereta, a los deportistas que cambian de residencia para quedarse con un poco más y se les acoge como héroes y heroínas, a los cantantes que inauguran obras públicas y pagan sus impuestos en otros lugares y se les asesora con códigos clave en la banca privada. A todos estos, a los que luchan cada día y a los maulas en un careo sin fin. A todos quiero verlos.
Tengo una pregunta para ellos. Tenemos tantas preguntas para ellos.

Semos desiguales

4 octubre 2008

Un día de estos escuché en unas declaraciones, que un señorito comprometido con la causa decía para referirse al conjunto de algunos de sus semejantes: Porque nosotros y nosotras… Él jamas sería ella, pero la estúpida corrección de la visibilidad de género los ilumina.

Sería necesario tener más tiempo, y mucho más genio para dar cuenta de las monstruosidades que suceden cada día. Es la suerte de los pequeños Picios que son difíciles de mirar, pero que comparando su fealdad con las aberraciones faciales de otros, se muestran resultones y aparentes. Algo así le pasa a Zapatero. A mi me gusta por comparación. Miras a Ibarretxe y piensas, ZP es mi hombre, oyes a Rajoy y haces ojitos a nuestro Presidente, sueñas con Esperanza Aguirre y quieres despertarte para desayunar con el prohombre de León. En comparación con sus coetáneos sale casi siempre ganando. Claro que si lo pones junto a Guerra, Felipe, Carrillo, el maduro Fraga, Herrero de Miñón, Tierno Galván, Ignacio Gallego, nuestro Zapatero queda como candidato a una adaptación curricular.

Como ustedes, niños y niñas, sabrán, adaptación curricular es lo que hacen los colegios para que los más torpes concluyan el nivel previsto. Aquí el laissez faire, la mano invisible no deben operar, aquí planes quinquenales, aquí se aprueba por narices. Imaginen que lo obligatorio fuera la estatura. ¡Venga, a estirar enanos! Aquí se mide 1,60. Menos de eso es franquista. Pues con los niveles educativos lo mismo. No significa poner todos los medios para que nuestros estudiantes logren lo que sus entendederas aceptarían sin trabas, sociales, económicas. No, qué va. Qué duda cabe que sería lo correcto y adecuado. Aquí todos somos astronautas porque lo dice el plan parcial. Claro, de pronto te encuentras a tipos con carné de conducir y que llevan años haciéndose las piernas y que bien podrían emparejarse con alguna profesora, intentando aprender unos quebrados que le están vedados por naturaleza. Por supuesto ese esfuerzo inane tiene un coste, que se ve recompensado con títulos de ESO sin aprendizaje. Ustedes, ingenuos pero experimentados en la curva de Gauss, pensarán que ese esfuerzo se hace también para la otra orilla, esos tipos que aprenden con menos horas de dedicación, que demuestran cierta aptitud para la abstracción, para memorizar contenidos, interrelacionarlos y obtener algo nuevo, para esos alumnos, a los que el ritmo de la caravana común se les hace algo pesado, uno pensaría que con el mismo nombre y concepto, se hace una adaptación a su excelencia. No bonitos, no. Esos no molestan porque con la capacitación a veces se correlaciona el sentido de la disciplina y cuando no es así, aprenden rápido que las consecuencias de interrumpir en clase son indeseables y es mejor dejar de acudir a ver como un profesor poco dotado en motivación, enseña a un semejante poco parecido a él mismo, las miserias de la historia, ayudándole a cambiar las cenizas por árboles, el aire caliente por una brisa fresca. Y se quedan en casa escuchando a Pink Floyd. Al final aprobarán y tendrán su ESO blanca y radiante. Con suerte intentarán el Bachillerato.

Ayudamos a los mediocres a serlo un poquito menos, o quizá a no parecerlo ante Europa y ante nosotros mismos y somos incapaces de ayudar a los más bravos del liceo a digerir algo más el mundo para que nos lo puedan regurgitar mejor. Dice Leandro María, que ha vuelto de recoger el chaleco del tinte, que esto le suena un poco nazi. Y no lo es en modo alguno. Claro que hay que tratar de incorporar a la parte izquierda de la campana, esa donde menos suena el badajo, a los niveles de progreso, claro que hay que romper los techos de cristal de familias no universitarias, por supuesto que es obligado dotar a esos individuos de procedimientos para valerse mejor en la vida, pero no se puede ignorar que año tras año, con una regularidad absoluta habrá un porcentaje similar de individuos poco capacitados, como lo hay de rubios y de ojos vagos. Lo eugenésico sería aumentar la media vía exterminio o abandonar a los lentos a su suerte, pero lo estúpido es no favorecer a la parte derecha de la curva –por una vez, the right side- a aquellos que están por encima de la media, a esos tipos que algún día podrán ayudar a sacarnos las castañas del fuego, con sus libros, sus canciones , sus patentes y su energía en todo lo que hacen. No hablo de los genios, como no hablaba de los capirotes. Hablo de sujetos normales por lo numerosos, esforzados, atentos, preocupados, diversos y dispuestos. Convergentes y divergentes. Retraídos y hábiles sociales. Chavales que conocemos, que pasan por nuestros domicilios y que podrían dar más, que son capaces de abarcar más intereses, que deberían ser ayudados a ser aún mejores. Unos tipos que la media no les debe arruinar la vida. Al menos dedicar los mismos esfuerzos para estos que para los otros.

Hablo de la educación pública. Claro, pero también de la concertada tramposa e insolidaria que se paga con dinero público aunque pongan en sus etiquetas el By Appointment To His Majesty, el Sagrado Corazón. Y también para la privada concienciada. Para todos aquellos que quieren que la docencia sea un trabajo motivador y que quieren cuidar un jardín de la mejor forma, pero también presumir de las mejores rosas.

Son estos tipos, aunque aun no lo sepan, los que nos harán sentir más patriotas por ese orgullo de proximidad, los que harán que olvidemos la fertilización de Beloki que dará a luz… como les llamaríamos, nietos de… si ellos son unos hijos de… todos los cretenses deben ser alguna cosa. Porque lo crean o no, son esos muchachos, los más valiosos, los que nos darán alegrías, también a sus compañeros más calmos.

Y todo eso es válido ahora mismo, cada año salen montones de individuos necesarios. Los hay de veinte años, de treinta, de cuarenta, de…  Venga, de cincuenta años también. Es seguro que hay tipos listos, capaces y trabajadores dando vueltas por las plazas, sentándose en los bancos, escribiendo blogs, cuidando hijos, cobrando mil euros, luchando por un crédito, es decir, haciendo cosas normales y algunos podrían compartir sus ánimos, su ingenio, su tesón con todos nosotros en la arena política, en la cosa pública. Están por todos sitios. ¿Por qué nos tenemos que conformar con estos que tenemos? Podemos ahorrarnos algunos jueces, algunos administradores. En Mallorca casi todos. Deberíamos esperar más de nuestros representantes, que no se peleen entre ellos por un viaje aunque sea al espacio exterior; que no digan tonterías, al menos no tantas; que se preocupen de lo importante y no de pijadas; que no se gasten las pelas en inauguraciones babilónicas; que sean francos, que parezcan inteligentes. Vamos que sean buenos en términos absolutos y que su aprecio no sea por eliminación.

No nombro a ninguno. Pero las tías de los incapaces no dejan de tener sobrinos. Los hay a miles. Hagan ustedes un esfuerzo. Pongan algo de su parte en esta merienda de negros. Apúntenlos en una lista y no la pierdan.

Madrit, Madrit, Madrit

1 octubre 2008

Últimamente he caído en la cuenta de que cuando lees textos en castellano, pero elaborados por catalanohablantes –donde dice catalano, entiéndase también valenciano, mallorquín, andorrano, etc.- si se refieren a su comunidad dicen Comunitat, President, Partit, etc. Siguiendo el mismo modelo deberían hablar de The President of the United States of America cuando despotrican contra Bush o de Monsieur le Président cuando envidian a Sarkozy, pero no, utilizan su lengua materna para referirse a asuntos que deben considerar propios o diferentes.

Algo parecido sucede con las denominaciones geográficas en las que el meapilismo de la corrección política mal entendida conlleva la incorrección idiomática. No entiendo muy bien por qué tengo que salir por la Nacional VI y ver A Coruña, cuando en castellano es La Coruña y cuando la señal en cuestión está en una comunidad castellanohablante. Se podría hacer bilingüe, aunque el castellano sea de obligado conocimiento, pero ni siquiera. Directamente en gallego.

Me imagino que la argumentación debe estar en un concepto de propiedad del topónimo, si es de Galicia en gallego, si es de Cataluña en catalán. Espero que cuando vaya a Denia a ver a la jueza, que como una suerte de Copito de Nieve merece su contemplación, encontraré un cartel que ponga Hemeroskopeion ya que el griego debería tener prelación. El lío puede ser de proporciones gigantescas. La estupidez es de tal grado que si cuando escriben en castellano para referirse a la millor terra del mon dicen Alacant y cuando lo hacen en valenciano dicen también Alacant –solo faltaría que dijeran Alicante- la denominación castellana para esa provincia y ciudad desaparece en los escritos. El País es uno de los periódicos que mantienen la denominación de Lleida y de Girona en sus ediciones nacionales. Es como si decir Lérida o Gerona fuera trasnochado o supusiera posicionamiento político, al estilo de Estella/Lizarra haciendo creer a la población no advertida que existían dos pactos. Luego están los cambios de denominación oficial con lo que solo existe una forma de llamar a los sitios aunque la inmensa mayoría los conozca por otro y dé lugar a que se crea que son dos diferentes. Fuenterrabía y Hondarribia es uno de los casos paradigmáticos. En los mapas actuales no aparece la denominación castellana y si no estás listo no puedes llegar. Llega el punto en que en la web del ayuntamiento en su versión francesa si escriben Fontarrabie, pero en la castellana y en la vasca solo ponen Hondarribia. Otra localidad más perdida que la Atlántida. Y no es un asunto menor cuando vas conduciendo y ves Iruña y buscas Pamplona, o Donostia y San Sebastían o Pasaia y Pasajes o Saragossa y Zaragoza que con más tiempo pueden resultar evidentes pero que las reglas de la percepción, poco dadas a las tonterías, descartarían de inmediato. Justo lo que nos pasa en Holanda cuando buscamos La Haya y ellos nos ponen Den Haag.

Se puede decir, sin criterio, sí, pero se puede decir, que es lógico mantener la denominación propia de cada sitio. Muchos cursis que han pasado una temporadita en Estados Unidos dicen Beijing. A El Mundo también le gusta escribirlo de esa manera. Pero en castellano solo existe Pekín. Nadie habla de London al referirse a la capital británica, ni dice Москва para hacer lo propio con la de Rusia, pero para las toponimias de aquí hay barra libre. Hay algún listo que se queja por el mantenimiento de las denominaciones franquistas ¿? Y es que la ignorancia –histórica y de la otra- es enciclopédica.

Otra cosa bien distinta es cambiar el nombre propio de Jordi Pujol y decir Jorge Pujol, con jota de jodienda. Ahí se busca el enfrentamiento y la agresión, igual de estúpido que decir Josep Lluis a Zapatero aunque cuando hablamos de la reina de Inglaterra traducimos su nombre sin aspaviento ninguno.

Pero aspavientos harán, incluso molinetes. Hoy he escuchado a un tipo que para justificar no sé qué, argumentaba que él, universitario de 41 años, dada su edad, no había votado la Constitución y que como él mucha gente y bla, bla, bla. Según esto hay que hacer una Constitución por generación. Lo normal. ¡Y los americanos con la antigualla esa de las enmiendas! Con esto no quiero decir que hay que mantener las cosas inalterables, es más, creo que de una Constitución hecha bajo los efectos de los uniformes caquis y grises, aun bostezando por la autarquía, sin hábitos ni modos democráticos, habría que cambiar muchas cosas y dejar abierta la puerta de los cambios sin que te amarguen la vida posteriormente, pero sacar a relucir un es que yo no estaba ese día, es propio de un papanatismo que ignora que, con él o sin él, la aprobamos la mayoría.

Pero me daría miedo abrir ahora un proceso constitucional. Después de las cesiones del PSOE en nombramientos en el Supremo y CGPJ, en el Constitucional, en renunciar a la denuncia de los acuerdos con la Iglesia, el mantenimiento del nefasto Defensor del Pueblo, la renuncia a priori de tantas cosas, es un partido que ha perdido los pocos ramalazos utópicos que tenía y, por otro lado, una derecha menos montaraz pero mucho más peligrosa, mucho más aglutinada, tocando pelo del poder y disponiendo de dinero, sin una izquierda comunista que tense los vientos en algunas materias, con un nacionalismo establecido, con unos medios de comunicación audiovisual infinitamente más capaces y más proclives a posturas conservadoras, no digamos las televisiones autonómicas y las de TDT regaladas a los amigos. ¿Y en la prensa escrita? como ejemplo el claro posicionamiento de ABC, La Razón y El Mundo a favor del PP y la deriva estratégica de El País desde la muerte de Polanco y con un Público que solo leen los abstencionistas. Eso sin olvidar la situación europea de gobiernos conservadores, siendo lo más progresista el del Reino Unido, sí el que sustituyó al Blair de la foto de las Azores. Y no hablemos de los sindicatos, de las asociaciones vecinales, el movimiento estudiantil, porque su situación actual es deprimente. Pero sobre todo con una población menos esperanzada, más descreída, también menos atemorizada, es verdad, pero, a pesar de la que está cayendo, han probado la carne humana del capitalismo del tercer coche y la segunda residencia y serían incapaces de dejar de volver cada sábado al lugar del crimen.

Sin embargo y Sin ambages

26 septiembre 2008

El otro día hablaba de inmediatez. De forma casi omnímoda, se constata en los escritos informales de correos electrónicos, en chats, etc. El rey de la brevedad es el SMS que, en este caso sí, viene condicionada porque la economía de palabras y letras supone un ahorro en céntimos. Mi acusada pátina temporal y mi falta de luces, me impidieron entender bien un escrito de una joven amiga, que ponía al inicio de párrafo Sb, … y seguía con su argumento. Aceptando mi incapacidad para cruzar vocales con consonantes de tanto pedigrí, pedí ayuda a mi hija –en ciertos aspectos más joven que yo, y éste es uno de ellos- para que me descifrara el enigma. Como ella no leía el texto y no me oía bien, propuse una sustitución de urgencia y aventuré un –estúpido, sí, lo reconozco- Sin embargo. Me pareció una aceptable posibilidad para mi ciberRosetta. Mi hija me miró con desprecio y levantando el belfo señaló indignada: Nadie pone sin embargo. Reí ancianamente.

Y cuando hablaba de inmediatez, no solo quería tentar la rapidez de ejecución, la velocidad de tránsito o la necesidad de recompensa sin demora, me refería también a la saludable disposición de encontrar pareceres opuestos, de enfrentar argumentos o simples formas de estar en el mundo. Ese sin embargo es la madre nutricia de todas las polemologías, porque es respetuoso, porque acepta otro punto de vista, porque ofrece, a pesar de lo dicho, una alternativa y, es, sobre todo, honesto porque muchas veces es un apoyo personal a la contradicción del propio discurso. Una objeción, que hace nuestro pensamiento más complejo, más anguloso y que nos prepara para aceptar mejor a los demás.

Si es verdad que, como dice mi hija –aka la jodía niña-, nadie dice sin embargo, habremos perdido ese punto de equilibrio, lógico y necesario, entre opiniones, datos divergentes y explicaciones laterales. También puede ser que la verdad se vaya haciendo más absoluta y que hayamos abierto un paréntesis en la refutación y en la contemplación hipotética, o que, simplemente, los sin embargos hayan alcanzado el nivel de postración de otras palabras y dormiten junto con otros conectores y locuciones que antes enriquecían el lenguaje y que la jibarización del MP3 epistolar ha excluido y desterrado de nuestras vidas.

Yo estaría dispuesto a enterrar esas expresiones antiguas, o rancias si así lo prefieren, si con ellas vaciáramos nuestras mentes de estereotipos, de viejos conceptos y prejuicios y nos llenásemos todos de modernidad y actitud progresista. Te doy un maravedí por tu nacionalismo, tres ducados de a dos por tu cerrazón, ¿me ofreces  un real por mi pesimismo?

Mucho me temo que la modernidad para algunos es poner canciones de ABBA, quizá las confunden con ratings capitalistas ahora que el Standard neocon es más poor que nunca y juegan con sus letras, sus dobles acepciones solamente porque su ejemplar Aznar se deja la misma melenita que los horteras suecos. Y ves a Gallardón que no calculó bien el presupuesto de este año, a pesar de que en el pasado vendió menos y a menor precio, y decide dejar de hacer en prestación y seguir haciendo en IBI. Le ves decía, mirando con ojos de goloso a dieta a Esperanza en su congreso que cada vez es más de ella, fingiendo aceptación y sometimiento. La misma cara de concordia de Soraya al pactar el CGPJ, o la más beatífica de Pons mostrando su faz amable a los electores. A lo mejor modernidad es la indignidad de la elección de jueces para el Constitucional, la proliferación de teatros y auditorios cuando no saben llenar los actuales, la impredecibilidad de las lluvias, colectores asesinos, motores eléctricos con voluntad propia y zarandajas diarias.

Pero sobre todo la modernidad de rancio abolengo, algo que era absolutamente imprevisible, es lo de Díaz Ferrán, de profesión sus paréntesis, que pide flexibilidad laboral. Está bien, los empresarios piden dar trabajo a quienes quieran, eliminar las trabas de Zapatero a los sueldos que ya contendrán ellos la inflación bajando los precios, hacer jornadas adecuadas a las personas, ofrecer más formación y ser más sensato con la seguridad laboral. La verdad no me imaginaba a un socialista utópico en la CEOE. No me extraña que estén de él hasta el gorro sus compañeros: venga y venga a hablar de derechos de los trabajadores. ¡Y es que cómo son los compañeros! Al que acaban de fumigarse firmó actas de asambleas no celebradas junto a Cuevas, un jefe de empresarios asalariado con 14 pagas.

Al menos no ponen a las victimas como parapeto. Ahora la tontería aparece porque el escenario de la catástrofe no estaba limpio y los familiares podrían sentirse afectados. Así no se pueden dar noticias, ni videos, ni muchos detalles. Si hubieran limpiado inmediatamente hubiera sido para silenciar las culpas de Fomento o por interés de las aseguradoras. No sé como no utilizan, para no ver, la doctrina Rouco Varela que dice en relación a la presencia de crucifijos en las tomas de posesión: “Si la reforma implica que los católicos no pudieran jurar sus cargos ante un crucifijo, no sería aceptable. El crucifijo pertenece a la historia y a la cultura de España. Siempre hay minorías que se ofenden por todo, pero la presencia del crucifijo es masiva en todos los pueblos, así que o se destruye España para quitarlos, o cierran los ojos.»

Hay que reconocer que sigue el mandato bíblico. Si algo te escandaliza, arráncate los ojos. Se lo recordaremos.

Para terminar de otra forma y para dar la bienvenida al fin de semana, lo haré como empecé. Con mi hija. Mientras comía con ella le dije  “- sales en el blog” Me miró sobresaltada y lanzó retadora “- Habrás dicho que he aprobado” Y volví a reír. Como un chaval. Empieza la aventura de la Universidad en octubre. Queda dicho. Y yo satisfecho. Sin ambages.

Desde el futuro herido y muerto

25 septiembre 2008

Esto de Internet te obliga a una velocidad que no siempre puedes asimilar. Leer el último libro, acudir al último estreno, discutir sobre la última película. En los blogs hay que estar a la última. Pero ni siquiera con Dívar los últimos serán los primeros. Es un error que cometemos todos, eso ya lo dije yo, a buenas horas, ¿estuviste en la cárcel? Por ese sendero discurrimos de forma zombie sin excusa ni compromiso. Es verdad que comentar ahora la guerra del PP, de Aguirre contra Rajoy, de San Gil contra todos, de Aznar contra sí mismo, es de una decrepitud absoluta. Pasan dos cosas: la primera es que tres meses en política es un período geológico completo y la segunda es que el histrionismo de gestos y proclamas es de tal envergadura que los valores de verdad, los niveles de consistencia, desaparecen durante el mismo discurso. Es el nuevo principio de indeterminación de la verborrea, a medida de su emisión el contenido va cambiando, no por la influencia en los demás –que lógicamente no escuchan- , sino por su propia autoadecuación, una retroalimentación preventiva, un fenómeno que habrá que esperar que arreglen el cojoimán suizo para ser entendido en toda su dimensión.

Sacar ahora a colación las miembras de la ministra, los bikinis de la otra o el postizo de Bono es como hablar de los jerséis con cremallera de Marcelino. En algunas ocasiones esa obsolescencia es debida a la nula importancia de lo comentado, que sigue un principio de correlación negativa: mientras más bulla menor importancia real. En otras, la pérdida de actualidad se debe a la superficialidad con que tratamos casi todos los temas, salvo el futbol ¡Podemos! Creemos ser capaces de leer diagonalmente sin darnos cuenta de que entendemos obtusamente y convertimos el titular en tesis y creemos que el cuerpo del texto es bibliografía. Prescindible por supuesto.

De este modo la capacidad de impregnación de los hechos es tan escasa, que intentar lanzar argumentos, a favor o en contra, es estéril. Casi todos los periódicos y todas las televisiones con el scroll sucinto pervierten la noticia en aras de la brevedad. Y con ello están orientando el comportamiento del espectador que con SMSs responde a mensajes complejos de forma lacónica pero que en ocasiones logran una suerte de doble comunicación y propósito: Dragó capullo, Conchi te quiero.

Si comento el último libro de Guelbenzu, el cuarto de la serie de la juez Mariana de Marco, recibiré, al menos, el respeto por mi rapidez ya que se publicó en septiembre y éste es todavía nuestro mes. Por cierto, regular en su concepto y regular en su capacidad literaria, previsible y excesivamente pegado a esta realidad preformada que consumimos. Pero si comentas V de Vendetta, por ejemplo, te preguntarán si es la segunda parte. Lo de menos es lo que digas, que sea un apoyo de argumentación o el centro de tu escrito. Con un la vi hace dos años se da por cerrado el ya imposible debate, como si con la película se agotaran las ideas, ignorando que siempre son las mismas. Por cierto, esa película puede estar de actualidad cuando dice en la soflama anarquista antes de destruir las cámaras británicas: este país necesita algo más que un parlamento, necesita esperanza. ¿Podemos?

Fíjate cuando encuentras al azar una película de ¡2009! y piensas con disfrute adolescente, que con el pensamiento arrastra su propio lenguaje: ¡lo parto! No deja de ser maravilloso que la ciencia ficción sea ya pasado, que el porvenir forme parte de tus recuerdos y que, buscando sitio, desplace a lo ya vivido y te quedes sin nada, añorando el futuro que se construye sobre la experiencia imposible de lo que sucederá. Dejas de ser lo que aprendiste para responder a estímulos futuros que no son y que se fijarán con refuerzos impredecibles. El historicismo como punto de partida, el análisis del futuro para explicar un pasado al que no siguió.

La película en cuestión es Contra Gil de Biedma y toma el nombre de un poema del poeta muerto hace ya casi 20 años, como él seguro hubiera supuesto. Como por mucho que quiera torcer el universo buscando saltos temporales no voy a poder ver la película, quiero acercarles algo tan pretérito como los versos de un muerto.

CONTRA JAIME GIL DE BIEDMA

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación —y ya es decir—,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.

Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
—seguro de gustar— es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.

Si no fueses tan puta!
Y si yo supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco…
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.

A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!

El nato y el nonato

24 septiembre 2008

Los niños que nacen por cesárea tienen un 20% más de posibilidades de desarrollar diabetes tipo 1 que aquéllos que vienen al mundo mediante un parto vaginal. En la última década los casos de diabetes tipo 1 han aumentado entre un 15% y un 30%, como en la mayoría de países occidentales. Si en 1998 los partos por cesárea representaban el 18,2% del total, hoy esta cifra se ha disparado hasta el 25,2%. La OMS considera aceptable un 15%.

¿Cesárea? ¿Diabetes? ¿Embarazo? ¿Páncreas? ¿Esto qué es? La diabetes tipo 1 ocurre cuando el sistema inmunológico destruye las células productoras de insulina del páncreas. Una hipótesis sugiere que nacer por cesárea puede afectar al desarrollo del sistema inmune porque los bebés se exponen antes a las bacterias del hospital que a las bacterias maternas. Existe la teoría del exceso de higiene, en la que se baraja la idea de que la falta de exposición a patógenos, como ocurre actualmente en los países occidentales, emboba al sistema inmunológico y lo hace más vulnerable a antígenos propios. Con el parto vaginal, el recién nacido se expone a los gérmenes del canal del parto, vagina, recto, piel materna, genitales externos, etc. Se cree que esa diferencia en la composición de la flora bacteriana del bebé podría incrementar el riesgo de diabetes tipo 1.

Es evidente que no se va a dejar de hacer una cesárea para prevenir la diabetes, pero valorar la consecuencia de hacerla por razones de organización o de comodidad es muy diferente. Parecerá que es una exageración, pero el parto supone un estrés añadido al feto, aunque lo determinante es el estrés del obstetra. No es lo mismo que se programe una intervención con todos los medios, evitando vueltas de cordón, partos de nalgas y otras distocias, que se realice un parto natural, a horas intempestivas, en fines de semana, con posibles desgarros perineales, sin anestesistas o sin tu equipo de confianza. No hay que escandalizarse, la tecnología aumenta y genera ventajas y desventajas. Claro, la madre en lugar de tres días ingresada, está siete, el útero tiene ya una cicatriz, te has metido en el espacio peritoneal y la anestesia es completamente obligatoria, limita en alguna medida el número de partos y casi con seguridad condiciona el segundo embarazo a otra cesárea.

Los costes son muy superiores. Es evidente que, hoy en día, parir en un hospital no es hacerlo en el Ganges, pero los servicios que genera una cesárea son de una mayor complejidad y con un coste netamente superior.
Yo mismo nací por cesárea. En aquellos años las razones fueron diferentes. Mujer primípara. Añosa, bebé demasiado grande, cabezón –lo de cabezota fue después- y un mal trabajo de parto aconsejaron la cesárea. Sí, sí, ya me he dado cuenta de que ya se han enterado que soy primogénito y que se habrán explicado muchas cosas. Pero no se fíen de todo. Aun desconocen mi carta astral.

Ya saben que antes llamaban a la diabetes tipo 1 diabetes juvenil. No es del todo exacto actualmente, pero no parece que si me etiquetan de nuevo, me ofrezcan un reverdecer personal con la 1, más bien sería tipo 2, la diabetes del cebón. Me quedé con la primogenitura y además con el plato de lentejas.

Mi sistema inmunológico debió atontarse menos que otros, aunque pensándolo bien siempre debí sospechar esa relación entre fortaleza y piel femenina, ¿de qué otra manera se puede explicar mi pertinaz conducta de exposición y de riesgo para subsanar el déficit de flora vaginal? ¿Cómo no amar todo lo que ellas tienen de hospitalario? Pero no se apuren, no les voy a contar la primera vez que mojé, ni la última que me sequé, que ahora todas se ponen negras o afroamericanas y tampoco quiero broncas por esto.

No quiero broncas, ni halagos, porque para mérito el de la senegalesa que ha parido de camino a Madrid. Venía de Málaga en AVE y se sintió regular, no puedo decir mal. Se fue a cafetería y parió. El café cortado se lo dejó a medias. En Ciudad Real el tren paró, le dieron compresas nuevas, se cambió y siguió camino a Madrid. Lo normal. El AVE tenía prevista su llegada a las 13:40 pero llegó a las 14 horas. La Oposición ha pedido a la ministra de Fomento que dé cuentas del retraso de los servicios ferroviarios reclamando su comparecencia urgente. Y como demostración de la descoordinación continua entre ministerios en este Gobierno, Bernat Soria ha mostrado su malestar por la injerencia de Magdalena Álvarez en sus competencias “No sabía que también se dedicara al Fomento de la natalidad” ha manifestado enfurruñado. Aguirre por su parte, ha puesto de relieve el abandono de la sanidad andaluza y la migración existente buscando la mejor sanidad madrileña con el siguiente incremento de costes. Como ustedes saben los niños negros no adoptan en color definitivo hasta unos días después de recibir la luz del día. Rajoy, que ha acudido a visitar a la madre y a su hija en su permanente campaña de visita de hospitales, declaró con su sensibilidad habitual por los inmigrantes: «Huy, parece normal, tan blanquita». En nota aparte FAES ha señalado que si por fin el niño es negro, Aznar no se hace responsable. En los próximos días Rouco Varela oficiará un bautizo de Estado con la presencia de los Reyes y del embajador de Senegal.

Inconmensurabilidad

21 septiembre 2008

Nos falta magnitud. Entre otras cosas desde luego, pero hemos perdido el sentido de la medida y despreciamos lo de ayer idolatrando lo actual, la modernidad como un bien en sí mismo. Pero tampoco somos progresistas, porque ignoramos las consecuencias de nuestra acción actual sobre el futuro. Somos incapaces de planificar y de actuar conforme a modelos históricos. Salvo los borricos del diseño inteligente, aceptamos la evolución como axioma pero no pensamos que somos un eslabón de la cadena. Defendemos una historia raquítica como si todo consistiera en los años posteriores a la Constitución, aun más, la historia comienza con la primera victoria de Aznar. La Guerra Civil es una antigualla de resentidos, la república algo que motivó la antigualla referida y lo anterior es una asignatura del colegio.

No hay explicación ni enganche entre acontecimientos. Se habla de Gibraltar, o de Ceuta y Melilla desde el recuerdo de un deseo. Se invoca la unidad de España como nación con criterios de agrimensor y se ignoran elementos básicos del desarrollo de identidad nacional.

Y si digo que nos falta magnitud refiriéndome a un  par de siglos, cinco si quieren llegar hasta los Reyes Católicos, fíjense si consideramos el patrón del Universo. Existe un libro muy interesante, Los Mapas del Tiempo de Christian que toma como referencia la gran historia, la descripción desde que somos capaces de relatar. Como son más de setecientas páginas no voy a darles el coñazo ahora, pero me he permitido reelaborar algunos de sus datos, simple jugueteo con una hoja de cálculo, para darles la comparación con nuestra existencia mortal.

El Universo nace como es sabido con el Big Bang y eso sucede hace 13000 millones de años. En nuestra escala humana he tomado la existencia del parto a la muerte entre 0 y 80 años. De ese modo nos parieron comparativamente al Big Bang cósmico. Cuando estábamos a punto de decir las primeras frases, apenas con dos años, en el Universo se estaban creando los primeros átomos de hidrógeno y helio. Cuando aparecieron las primeras estrellas y galaxias nosotros estábamos aprendiendo a leer y a escribir y haciendo las primeras sumas. Seis años para nosotros. Mil para el Universo. El próximo salto es dramático. El siguiente acontecimiento cósmico de relevancia para nosotros es la creación, hace 4600 millones de años, del Sistema Solar y por tanto de la Tierra. Nuestro bebé se ha saltado media vida y ya lleva gafas de cerca, siente los sofocos de la menopausia o está familiarizado con los gatillazos. Ha pasado la cincuentena. Un poco más adelante, cuando los nietos le preguntan por esas manchas en la piel y por qué se levanta tanto a hacer pis, empezaron en la otra escala los primeros organismos vivos, pero nada del otro mundo. Necesitarán otros dos mil años para que sean células complejas. Un poco antes se empieza a liberar oxígeno y a cambiar la atmósfera. Mientras tanto nuestro maniquí humano se ha jubilado y está jugando a la petanca. Para cuando aquellas células den lugar a seres pluricelulares, hace 1500 millones de años, ya está el ser humano comiendo sin sal y con una artrosis perfectamente instalada. Dejó atrás los setenta años. Dando un enorme salto vemos que un meteorito cabrón aniquiló a los dinosaurios hace 65 millones de años. Nos lo ha dicho recientemente Parque Jurásico, el biquini de Raquel Welch en Hace un millón de años anuló cualquier recuerdo que no fuera su melenón. Para esas fechas  el humano debería haber enviudado si fuera mujer y a partir de aquí solo siente frío, mucho frío. Simultáneamente aparecen los primeros homínidos.

Nuestro humano está en el límite de su vida y hay que cambiar la escala para que aprecien otra vez la auténtica magnitud. Vamos a dejar de hacerle cumplir años. Vamos a recordarle como un ángel de la muerte cuanto tiempo le queda hasta el momento actual en esa asintótica existencia mortal.

Los primeros australopitecos, aun bien lejanos de nosotros, surgen hace 4 millones de años un poco más de dos semanas de nuestra personal escala. El Homo erectus hace cuatro días y el Homo sapiens, igual a ustedes y a mí si me lo permiten hace solo trece horas. 250000 años reales. Llevamos en Australia 3 horas y en menos de hora y media desaparecerán los Neandertales. En nuestros últimos 42 minutos atravesaremos el Estrecho de Bearing para llegar a América y en 32 minutos sentiremos la última glaciación. Nuestra viuda, nuestro esposo muerto y los humanos paralelos sentirán el mismo frío. En el minuto 16 de la cuenta atrás se construirán las primeras ciudades, se harán las primeras exacciones, las primeras religiones y las primeras guerras organizadas. Se inventa la escritura. Estamos cerca del exitus letalis. En nuestros últimos 100 segundos se establece el primer sistema global de intercambio. Colón nos da cuenta de su descubrimiento e inaugura el imperialismo que se desarrolla trescientos años después pero solo sesenta segundos más tarde para nuestro semejante. Empiezan a quemar carbón y a expander el capitalismo dando lugar al contramovimiento comunista. Son cien años y 19 segundos de nada. Cuando apenas quedan diez segundos de futuro estalla la bomba atómica. Solo queda cambiar de milenio. Son nuestros últimos dos segundos desde la atalaya de la vida imposible.

El último segundo es para que ustedes piensen.